Bogotá, AGOSTO 27 de 2024: Las tarifas de energía son un componente importante del presupuesto de las familias destinado al pago de los servicios públicos esenciales. En algunos períodos el costo de este servicio ha tenido crecimientos superiores a la inflación y a los reajustes del salario mínimo, lo cual ha ocasionado impactos significativos en el presupuesto de los hogares colombianos.

La importancia económica y social de este servicio, ha sido la razón fundamental para que la ley colombiana le de un tratamiento especial al tema de las tarifas de energía. Efectivamente, la legislación le asignó la función de regular las tarifas a la Comisión de Regulación de Energía y Gas – CREG. Esta es una institución conformada por expertos con dedicación exclusiva, enfocados en el estudio y regulación de los aspectos fundamentales en la prestación del servicio de energía. Este es un sector en el cual las decisiones económicas deben basarse en análisis técnicos muy sólidos y profundos dada la complejidad técnico-económica en las diferentes variables de la prestación del servicio. Por esta razón, sería un error grave pretender fijar las tarifas basados fundamentalmente en criterios políticos. Sin duda, se deben tener en cuenta consideraciones de orden político y social para darle un tratamiento especial a la población de más bajos ingresos, como ocurre actualmente con el tema de los subsidios en el costo de la tarifa de energía. Pero pretender que los precios se fijen con criterios exclusivamente políticos y sociales podría llevar a una crisis de efectos impredecibles en el sector con consecuencias catastróficas en la prestación de un servicio fundamental que debe ser provisto con excelentes niveles de seguridad y calidad para todos los colombianos.

Igualmente, este es un sector en el que siempre habrá una participación relevante de grandes actores. Una buena gestión en los eslabones de generación, transmisión y distribución de energía requiere de altas inversiones y grandes aportes de capital para construir y mantener la infraestructura y para darle sostenibilidad a las empresas en la prestación del servicio. Por tanto, este es un sector en el que siempre se contará con la participación de grandes empresas, proceso que tiende a diversificarse con la entrada al mercado de pequeños actores en el proceso de transición energética que se está dando a nivel mundial, pero siempre existirán empresas con alto poder de mercado. Este es uno de los retos que tienen los gobiernos y las entidades regulatorias, en el sentido de expedir las normas que rigen la operación del sector basadas en criterios y análisis técnicos, teniendo en cuenta algunas consideraciones de orden social para favorecer a la población de menores ingresos y con una regulación que controle la captura irregular de beneficios por parte de los actores con gran poder de mercado. Este es un reto grande que no puede simplificarse con la propuesta de fijar tarifas basadas exclusivamente en consideraciones políticas.

Nombrar expertos comisionados que cumplan con los requisitos para ejercer estas funciones, cumplir los compromisos de transferencias de subsidios, trasladar los saldos de la opción tarifaria, intensificar la implementación de generación distribuida, gerenciar de manera adecuada los fondos de apoyo, impulsar los programas de eficiencia energética, entre otras, son acciones que entre todos podemos implementar para controlar los costos de la tarifa, sin estigmatizar a quienes han creído en el país, invirtiendo en el sector energético, generando empleo, pagando impuestos y llevando bienestar y desarrollo a los colombianos.

Carlos Alberto Zarruk Gómez
Presidente Ejecutivo
Cámara Colombiana de la Energía