Entre el 4 y el 12 de noviembre se llevó a cabo el VI Congreso de la Cámara Colombiana de Energía. Este se consolida como el escenario ideal para analizar los avances que ha tenido la industria y los modelos de negocio, los cuales siguen transformándose y evolucionando hacia sistemas más sostenibles y digitales.
En este espacio se resaltó la relevancia que toman las fuentes de energía renovable como la solar y eólica en el sector. Este tipo de modelos han empezado a tener un importante crecimiento en los últimos años en el país. Con las subastas que asignó el Gobierno Nacional, la capacidad instalada pasará del 1 por a más del 12 por ciento en el año 2022 de sistemas de generación que utilizan el viento y los rayos del sol.
Fabrice Alves, Director del Segmento de Utilities de Schneider Electric para América del Sur afirmó durante el evento que el esfuerzo que está haciendo Colombia por migrar a este tipo de fuentes de energía será vital para poder cumplir con la meta medioambiental de no superar un calentamiento global superior al 1,5°C. Más aún si se tiene en cuenta que la demanda mundial de energía aumente en un 60% para 2040. Por ende, el ejecutivo aseguró que mejorar la sostenibilidad y aumentar el uso de modelos renovables descentralizados es fundamental para el futuro de las compañías eléctricas.
De igual forma, los expertos que participaron en el evento afirmaron que existen otros factores que han complementado e impulsado este proceso. Se refieren puntualmente a las tecnologías de la información, el Internet de las cosas y la digitalización, las cuales son los ejes que permiten avanzar hacía el desarrollo de ecosistemas más digitales.
El avance en el manejo de los datos y el desarrollo de este tipo de tecnologías han permitido generar líneas de trabajo y procesos de gestión que le dan mucha más capacidad a todos los actores del sector para medir los resultados de su operación en todos los eslabones de la cadena, desde la generación hasta el consumo.
La digitalización como impulsor de la sostenibilidad
Una de las principales conclusiones del panel invita a reflexionar sobre el poder que tiene la digitalización como un impulsor hacia un planeta más sostenible, permitiendo avanzar a un mundo más descarbonizado junto con una mayor independencia energética.
Las soluciones de digitalización permiten tener un control eficiente sobre los procesos en cuanto permiten conocer diferentes variables relacionadas a estos. Una de estas tiene que ver con el consumo de energía. Es a través de dichas soluciones como se pueden establecer o regular condiciones para que se efectúe un consumo responsable, el cual, además de responder a las necesidades del proceso, tiene un efecto en la sostenibilidad. Si se ahorra más energía, menor será el impacto de los procesos en el medio ambiente. La digitalización es el mejor habilitador en términos de eficiencia energética.
Un claro ejemplo de esto, se puede evidenciar en la planta de producción Dexson de Schneider Electric donde se fabrican accesorios plásticos y sistemas de canalización, los cuales se exportan a más de 18 países. Con la implementación de diferentes tecnologías se han logrado reducir en los últimos 4 años un 12% del consumo de energía y un 18% del consumo de agua, y esto en menos de 5 años de implementación. Gracias a estos sistemas se han podido monitorizar los datos de rendimiento y analizar en detalle el comportamiento de la planta asegurando una producción optimizada, remota y sostenible.
Alves confirma que las empresas requieren adoptar la digitalización como parte fundamental de su estrategia. Y no habla solo de procesos, software, tecnología y desarrollos, sino de una cultura que brinda la capacidad de adoptar la transformación digital. “Cuando una empresa decide dar este gran paso, está abriendo la puerta a una nueva productividad, mayor eficiencia en la optimización de los procesos, reducción de costos y más que nada a herramientas que permiten reducir el impacto ambiental e impulsar la sostenibilidad. Acá es donde tenemos el verdadero reto”.